viernes, 24 de marzo de 2023

Jack Ma, el empresario chino y dueño de Alibaba que visitó Uruguay casi de incógnito

El empresario Jack Ma supo ser el hombre más rico de China. El primero en ser tapa de la revista Forbes, después de haber amasado una fortuna de US$ 22.200 millones. Pero luego, en su país, el magnate cayó en desgracia. 

En los últimos años no se lo ha visto tanto, sobre todo luego de sus varios desencuentros con el gobierno de Xi Jinping. Al punto tal que, a fines de 2022, medios internacionales informaron que se había mudado a Japón. 

Por eso la noticia de que visitó Uruguay la semana pasada, interesado en invertir en el rubro cárnico, sorprendió a autoridades nacionales y empresarios del rubro agropecuario, que no estaban al tanto. 

El fundador de la plataforma comercial Alibaba recorrió el frigorífico Solís Meat en Lavalleja y un campo privado en Maldonado. 

Por lo demás, su itinerario se mantuvo en reserva. 

No hubo contacto con Presidencia de la República o el Ministerio de Ganadería, y tampoco con la Asociación Rural del Uruguay (ARU), según pudo saber El País. 

Desde estas instituciones hubo quienes manifestaron asombro por cuán desapercibida había pasado la visita, teniendo en cuenta el alto perfil que siempre ha tenido el multimillonario empresario. 

El viaje se dio, además, en medio de las negociaciones por el Tratado de Libre Comercio que Uruguay y China pretenden firmar de forma bilateral, en medio de cuestionamientos de algunos socios del Mercosur. 

 ¿Pero quién es Jack Ma y por qué su figura genera controversia? 

El empresario, que para muchos es considerado un visionario, nació en Hangzhou en 1964, cuando China todavía estaba aislada de Occidente. 

Ma aprendió inglés por su cuenta y, cuando la región se convirtió en un centro de interés turístico, practicaba con los viajeros que se hospedaban en un hotel a 70 kilómetros de su casa. Les ofrecía traslados y en uno de esos recorridos surgió su apodo, “Jack”, porque su nombre de pila en chino era difícil de traducir al inglés. 

Según informó la Deutsche Welle en Español, el empresario intentó 10 veces ser aceptado en la Universidad de Harvard, la casa de estudio estadounidense reconocida por sus altos estándares académicos. 

Finalmente, Ma se graduó de profesor de inglés y comercio internacional en la Universidad Hangzhou Dianzi. 

También se formó en la Escuela de Negocios de Cheung Kong, con sede en Beijing. 

En sus primeros años de actividad, se limitó a dar clases de inglés. 

Pero en la década de 1990 fundó una empresa de traducciones hasta que, en un viaje de trabajo a Estados Unidos, conoció Internet Explorer.

Advertir que allí no aparecían productos chinos lo inspiró para fundar en su país la primera empresa de Internet, China Pages, la que prontamente cerró. 

Sin embargo, este fue el antecedente de Alibaba, el consorcio privado dedicado al comercio electrónico online, que está a la altura de Amazon y otros gigantes tecnológicos en el mundo. 

Con los años, la influencia de Ma fue tal que fue el primer ciudadano chino en reunirse con el expresidente Donald Trump, que también provenía del rubro empresarial. 

En 2020, sin embargo, tuvo el primer gran desencuentro con el gobierno chino que, a la postre, precipitó su salida de Ant Group, empresa que él mismo fundó. 

CONFLICTOS 

Los tironeos entre Ma y el gobierno chino 

Un extenso artículo del New York Times reseña que, a los ojos de la opinión pública, Ma se convirtió en un “villano” tras los desencuentros con el gobierno. 

En 2021, las autoridades locales abrieron una investigación antimonopolio sobre Alibaba. 

El proceso cerró con la multa más alta en la historia del país: US$ 2.800.000.000.

Esto se dio después de que el gobierno también frustrara la salida a Bolsa de Ant Group, que hubiera sido “la mayor oferta pública inicial de la historia”, según la empresa. 

Dos semanas antes Ma había cuestionado el manejo de la economía y a los reguladores financieros por estar “obsesionados” con minimizar el riesgo. 

Además había acusado a los bancos de comportarse como “casas de empeño”, prestando solo a quienes podían ofrecer garantías.

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