Conversaciones con Flores, Manuel Flores, Manolo Flores Silva y Eduardo Loedel Soca

Cuando uno pertenece a una colectividad fundacional como el Partido Colorado uno forma parte de un cumulo de ideas, personas, actos, acciones e historias que nos tornan parte indisoluble de ella y sus consecuencias. 

Esa integración sucede a través de la razón, pero también desde la leche materna, sucede desde el pensamiento crítico, pero también desde el son de las voces de padres, madres, hermanos, hermanas, amigos, abuelos y abuelas y la familia toda de uno mismo y de los uruguayos con los que compartimos la construcción de esta experiencia maravillosa que es nuestra República Oriental del Uruguay desde el Partido Colorado o de sus socios históricos. 

A pesar de acuerdos y desacuerdos que vienen y van todo el tiempo, de momentos dulces de construcción ciudadana o de enfrentamientos a veces mortales por la Defensa de la republicaneidad de nuestro sueño, nos sentimos orgullosos como colectividad fundacional, de haber servido a la Patria de Artigas, al menos tanto como los que más. 

Aunque sentimos, y todos aquí sabemos que, el partido fundado por Don Frutos, somos quien más hemos hecho por esta República que es nuestra Patria. 

Conversar con Manolo Flores retrotrae la mente y el espíritu a la tremenda vocación de porvenir de aquellos Orientales Uruguayos que sirvieron la Republica desde el Partido de la Defensa. 

Conversar con Manolo me pinta también como pueden haber sido o vivido aquellos antepasados míos que fueron soldados u oficiales o simple tropa de Venancio, Venancio Flores. 

Ese Venancio a que tanto le debe nuestro Partido y también la República que hoy tenemos. 

En estos días, he tenido la oportunidad de conversar con grupos interesantes de jóvenes interesados en la cosa pública. En estos encuentros de bar, de asado y boliche, surgió muchas veces la pregunta acerca de cómo había sido desde mi juicio,el ex presidente de la Republica Bernardo Berro. 

Una parte de la respuesta puede invocar hechos que a algunos ojos puedan aparecer como actos que favorecían el desarrollo de la sociedad civil hacia el porvenir. Pero la otra parte de la respuesta no es así. 

La más desde el punto de vista importante respuesta desde de nuestro incurable republicanismo colorado, que llevamos en nuestro ADN desde que Frutos nos fundara como tal, es otra. Por suerte, en una charla con Manolo, medio escrita y medio verbal esa respuesta ahora será más clara, ajustada y comprobable. 

Espero que mis jóvenes amigos la encuentren útil y la lleven consigo como un tesoro de esos que recibimos muy de vez en cuando. 

 “En el gobierno de Berro no se podía ser Colorado. Estaba prohibido. Solo quedaban la revolución o el exilio. Berro llevo a los Colorados al peor momento de la historia nacional: excluidos de la Patria.”

“Berro durante 6 anos había sido el principal ministro de Oribe (1845-1851) y como canciller de Giró diseñaba la política exterior Blanca. Funesta. 

 “En su gobierno lo primero que hizo fue prohibir las divisas. Es decir, prohibición de los partidos políticos.” 

 “¿Un Republicano? 

Los revisionistas han levantado a los fusionistas, negadores de Blancos y Colorados. Hubo un grupo de radicales Blancos que dominaron los gobiernos de Pereira (1856-1860), Bernardo Berro (1860-1864) y Atanasio Aguirre (1864-1865). 

Ellos eran, Antonio de las Carreras que fue Canciller y enviado en Misión al Paraguay para involucrarlos en la guerra civil uruguaya. Juan José de Herrera también Canciller y misión a Paraguay para involucrarlos en la guerra civil uruguaya, Luis de Herrera, su hijo mayor había sido ultimado en una batalla en el departamento de San José. 

Cándido Joanicó, Octavio Lapido y otros. La línea de Gobierno de esta gente tenia como norte conseguir, con el respaldo del Paraguay, que No hubiese colorados o republicanos en el Uruguay. 

“En 1858 masacraron a los Colorados rendidos, que se habían levantado al mando del General Cesar Diaz, en la llamada Hecatombe de Quinteros. Ahí se mataron a todos los Oficiales y 200 soldados incluyendo a uno de los 33 Orientales Este núcleo radical Blanco mando numerosas misiones al Paraguay solicitando que se involucraran en nuestra guerra civil. 

A Antonio de las Carreras se le envió al Paraguay en 1864, a Atanasio Lapido en 1859, a Juan José de Herrera en 1862, a Octavio Lapido, a José Vázquez Sagastume como embajador en 1864. Todos salvo Atanasio Lapido, fueron enviados durante el Gobierno de Berro para implementar la política del Gobierno de Berro, que tuvo a JJ de Herrera como Canciller durante la segunda mitad de su mandato. 

Hay escritos de JJ de Herrera, por ejemplo, buscando sangre que son tremendos. 

Se ufanaba de haber convencido a Pereira para que diera la orden de exterminio en Quinteros. Se enorgullecía de haber impedido con su pierna en la puerta, la entrada al despacho del presidente Pereira de los familiares de los detenidos de Quinteros que luego fueron ejecutados. 

Todas las veces, el presidente del Paraguay Carlos Antonio López rechazo esas propuestas. También Solano López las rechazó en un comienzo. Sin embargo, le avisa a Vázquez Sagastume que el Paraguay va a invadir Brasil y Argentina con 25.000 hombres cada invasión. 

Esto fue relatado por él en un folleto que publico en Brasil. “Ese folleto estaba en posesión de del archivo Jorge Batlle que se la mostró a Manuel Flores Silva y de cuyo original Manolo posee una fotocopia.” “Francisco Solano López le señaló en al mapa a Vázquez Sagastume el lugar donde tendría lugar el armisticio: Porto Alegre “Solano López pensaba en una guerra muy corta. La Argentina como la conocemos hoy tenía solo dos años de armada en 1862, por primera unidas las Provincias con Buenos Aires después de la tiranía de Rosas. 

Aun se seguían sucediendo revoluciones armadas en algunas provincias cada año. O sea que la Argentina estaba pegada con un hilito. 

“El plan que fermentaba Solano López en su cabeza era Paraguay, las Provincias manejadas por Urquiza y el Uruguay. Parecía un buen plan; Urquiza manejaba Entre Ríos, Corrientes y Misiones y además estaba aliado a otros jefes provinciales. Lo de Urquiza estaba muy avanzado al punto que su hijo estaba en Paysandú. El Paraguay con salida al mar sería así el Imperio del Paraguay. Solano ya había encargado hasta los símbolos Imperiales, insignias, escudos y demás. Su sueño era negociar de igual a igual con el Emperador de Brasil. Su pensamiento estaba fuertemente influido por las ideas de la corte del Emperador Frances Napoleón III. Así desarmaba a la Argentina y despreciaba a los Liberales que la dirigían. Hacía un Imperio. Este plan era compartido y conocido en detalle por los Blancos y particularmente por el presidente Berro que no cesaba de enviar misiones diplomáticas oficiales al Paraguay ofreciendo su, ésta, alianza.” 

Le doy la vuelta al mate, miramos el mar y hablamos un poco del que más tarde fuese el General Enrique Castro, soldado de Venancio y mi primer pariente Colorado. Le cuento un poco también de mi bisabuelo, Eduardo Loedel y Castro joven militar, pasado a retiro joven, de extracción Colorada graduado de alférez en 1887. 

Pero volvamos al presidente Bernardo Berro.

“La cuenca del Plata, la Región, se dividía entre Liberales y autoritarios; como durante los veinte años de Rosas, la Guerra Grande y el Sitio. 

 “El Emperador de Brasil Pedro II por ejemplo era liberal orgánico (también masón) como su Canciller y su enviado a la región José Antonio Saraiva. También lo eran Bartolomé Mitre y su canciller Elizalde, y el hombre de las relaciones internacionales y futuro Canciller Carlos de Castro que tuvo actividad fundacional en la masonería uruguaya. El único que no era masón era Venancio, Venancio Flores, pero era su Socio. Algunas tesis sostienen que era masón brasileño como Rivera, (cuestión que Manolo no cree correctas). En todo caso Venancio fue un Liberal inorgánico. Venancio eligió como su ministro Canciller a Carlos de Castro (quien también fue suegro del Dr. Pedro Figari, gran parlamentario y educador Colorado y pintor insigne de nuestro país.) Escogió como ministro de Guerra al General Lorenzo Batlle del sector anti-caudillista y al Dr. Ramon Gómez como ministro de Hacienda (hermano del Leandro Gómez muerto 50 días antes. 

“El año antes que asumiera Berro los Blancos empezaron a mandar misiones a Urquiza. “ 

Eso era clave. Pero… dos veces la diplomacia brasileña convenció a Urquiza de ir contra el autoritarismo, primero contra Rosas y contra Solano López después 

Otra vuelta al mate, pero ya lavado y pasamos al café.

“Una lectura fácil era que los brasileños le hubieran comprado miles de caballos a precio caro, pero la otra lectura es que Urquiza había sido presidente de la Confederación Argentina (las Provincias sin Buenos Aires) y que quería ser presidente de toda la Argentina. Esto se tornaba inviable si hubiese pactado con el paraguayo López y se volvía su cómplice en el desarmado de la nueva República Argentina. De todos modos, en 1868 el Parlamento Argentino no lo votó ni a él ni a Elizalde que era el candidato de Mitre, eligiendo a Domingo F Sarmiento.” 

“Para evitar que el Partido Colorado pudiera existir Berro prefirió aliar al país con el régimen más homicida de las Américas.” 

Mas adelante en el llamado proceso de San Fernando, el Dictador Solano López mató a su hermano Venancio, y ya había muerto tiempo atrás a su otro hermano Benigno, a sus ministros de Hacienda, a su Canciller y a sus principales Generales comenzando por el Gral. Robles, el principal. Había también torturado a su madre y a sus dos hermanas. 

En el llamado proceso de San Fernando, Solano ejecutó a unos 800 miembros de la elite paraguaya entre ellos al Obispo Palacios, jefe de la Iglesia paraguaya. 

Mató también Blancos exiliados en el Paraguay como Antonio de las Carreras, torturado durante meses, paseado como un monstruo en un carro con las uñas muy largas, los cabellos largos y la mugre de un año. 

Como al también diplomático uruguayo, Blanco, Francisco Rodríguez Larreta. 

Vázquez Sagastume se escapó por que fue avisado por Madama Lynch (la amante Franco-irlandesa que Solano se había traído) que iban por él. 

Así Berro tuvo a nuestro país dependiendo de un autoritario asesino paranoico, con tal de que los Colorados no tuvieran Patria. 

Esa es la responsabilidad de Berro.

Segunda Parte 

La pasión por la historia y la verdad hace que la historia no sea leyenda y esto sigue… “Ya terminado el Gobierno de Berro y con Atanasio Aguirre de presidente la paz estaba hecha. Habían mediado el Canciller argentino Elizalde, el enviado brasileño Saraiva, el Embajador Británico y alguno más. El acuerdo estaba hecho directamente con Atanasio Aguirre. 

Venancio Flores dejaba las armas, habría algún ministro Colorado en el Gobierno y no habría ningún ministro radical de los Blancos. Cerrado el acuerdo se reunieron en Paso del Rosario los dos bandos y los mediadores para firmarlo. Era junio de 1864. 

 “Sin embargo, los delegados del Gobierno informaron que no había acuerdo para desgrado del gubernista fundador del fusionismo Andrés Lamas allí presente. 

 “Trascendió algo que cambio todo. Finalmente, Solano López había aceptado auxiliar a los Blancos dentro de su plan original. Eso cambió la escena. Ahora era López contra todos. Saraiva se fue con Elizalde a Buenos Aires y en ese agosto de 1864se firmó un acuerdo de defensa entre Brasil y Argentina. Imposible antes de saberse la intención de Solano.” Y se vienen las armas… 

“En noviembre de 1864 Paraguay invade Brasil con 25.000 hombres. En marzo de 1865 Paraguay invade Corrientes para llegar a la República Oriental por el departamento de Artigas. En mayo se firma el Tratado de la Triple Alianza. 

“Saraiva dijo siempre que en realidad la Triple Alianza se forjó en el Paso del Rosario, cuando para sorpresa de todos, los futuros aliados tomaron nota de la futura invasión paraguaya. 

 “Los Aliados, Comandados por Venancio Flores detuvieron a los paraguayos en Yatay, Corrientes.” (la esquina de Yatay y General Flores, donde están las facultades de Química y Medicina, conmemora esta batalla fundamental para la Defensa de la soberanía de nuestra República) 

“Los aliados en Brasil detuvieron a los paraguayos en Uruguayana (Rio Grande do Sul) Allí estaban por primera y única vez los tres jefes de Estado, Pedro II, Mitre y Flores. El Gral. Robles al perder Yatay es ejecutado por Solano. El Gral. Estigarribia al perder Uruguayana se rinde. Las reglas de Solano eran que el General que perdía era ejecutado y el soldado que retrocedía era fusilado.” 

“Los Orientales nos retiramos al año y poco (dejamos fuerzas casi simbólicas). A los tres años los argentinos aflojaron mucho y al quinto año la ganaron los brasileños.” Estos orígenes de la Guerra del Paraguay se pueden estudiar en Phelam Horton Box, Francisco Doriatoto y Efraim Cardozo, tres clásicos. El problema del autoritarismo y la locura de Solano se puede estudiar en el principal intelectual paraguayo de hoy Guido Rodríguez Alcalá