viernes, 9 de junio de 2023

La inversión de US$ 4.000 millones que tiene como socio a Porsche para fabricar combustibles verdes en Paysandú

La empresa Alur (subsidiaria de Ancap) comunicó este jueves el resultado del proceso competitivo dispuesto en setiembre del año pasado, con el objetivo de seleccionar un desarrollador y un proyecto para la producción de combustibles sintéticos (e-fuels) a partir de la captura de CO2 biogénico generado en la planta de etanol en Paysandú. 

 La selección recayó en el proyecto presentado por la empresa HIF Global. El proyecto es calificado como de alta prioridad en su estrategia de expansión internacional. 

El grupo HIF Global es una empresa internacional de e-fuels que tiene como socios al fabricante de automóviles alemán Porsche y al grupo Norton de Chile, entre otros.

Hoy posee emprendimientos en Estados Unidos, Australia y Chile. La inversión en Paysandú La inversión en Paysandú prevé la producción de 180.000 toneladas por año de e-gasolina (combustibles sintéticos) a partir de la captura de 710.000 toneladas por año de CO2 proveniente de la combustión de biomasa y destilación de alcohol de cereales. 

Alur será uno de los proveedores del proyecto que venderá el CO2, junto a otros de la cadena forestal de la zona. 

Hay tres tipos de biomasa que se prevé utilizar: la de Alur que tiene origen en la producción de etanol, biomasa de origen forestal y biomasa de origen agrícola (desechos) que puedan aportar otros proveedores. 

Además, se prevé la producción de 100.000 toneladas de hidrógeno verde por año. Para ello, se instalará un electrolizador alcalino de 1 GW de potencia, y la instalación de 2 GW de generación eléctrica renovable adicionales en el país, a partir de fuentes solares fotovoltaicas y eólicas. 

El proyecto requerirá una inversión cercana a los US$ 1.985 millones en la captura de CO2, producción de metanol y terminación de gasolina sintética. 

En tanto, se prevén invertir otros US$ 2.000 millones en la instalación de parques eólicos, granjas fotovoltaicas y líneas de transmisión en un radio de hasta 180 kilómetros de la ciudad de Paysandú. 

Los e-fuels fabricados a partir de agua y dióxido de carbono con la ayuda de energía eólica permiten el funcionamiento prácticamente neutral en emisiones de C02 de los motores de gasolina. 

 ¿Qué son el hidrógeno verde y los e-fuels? 

El hidrógeno verde es producido por electrólisis del agua a partir de electricidad proveniente de fuentes renovables y se puede transformar en varias formas de energía con múltiples aplicaciones para la industria o la movilidad. 

El proceso es limpio y no tiene emisiones de CO2. 

Uno de sus grandes potenciales está en que es energía almacenable que se puede comprimir y transportarse de un lugar a otro. 

Los e-fuels, son combustibles sintéticos producidos a partir de hidrógeno verde y CO2 biogénico, que pueden ser utilizados en lugar de los combustibles de origen fósil. 

La producción que tiene demanda asegurada tendrá como destino Europa y otros mercados. 

Hoy resulta prematuro estimar la facturación anual por exportación que podría tener el emprendimiento, dada la alta volatilidad que todavía presentan los precios internacionales de estos productos. 

Esa es una de las razones por las que el riesgo comercial corre enteramente por cuenta del privado.

 “Esto nos posiciona excelentemente bien y nos ubica en el nicho de los combustibles verdes, donde hay pocos países que pueden estar. Energía solar y energía eólica para hacer hidrógeno verde hay en muchos lados, pero con CO2 biogénico hay que pensar en algunas zonas de América del Sur y Australia”; dijo a El Observador el ministro de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini. 

El proyecto prevé ocupar a casi 1.600 empleados a tiempo completo durante la etapa de construcción, con picos de más de 3.200 y dará trabajo a 300 personas a tiempo completo en forma permanente para la operación. 

Además, se compromete una inversión de US$ 1,2 millones en iniciativas de investigación, desarrollo e innovación. 

Una vez seleccionado el desarrollador, se pasa ahora al análisis de factibilidad del proyecto que llevará entre 3 y 4 meses. 

También habrá una etapa en que se definirán aspectos de plazos, de ingeniería de detalle, de contratos, ambientales y fiscales, entre otros. 

La etapa de obras podría comenzar a finales de 2024 y se extendería por 30 meses. Ancap como proveedor y posible socio minoritario “Va a ser un proyecto emblemático, y va a ser la primer ficha del dominó que va a caer en Uruguay, para que el país se posicione en la región y en el mundo como uno de los jugadores más interesantes en combustibles sintéticos. 

Estamos generando las condiciones para que el mundo ponga la atención en Uruguay”, afirmó días atrás el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic. La caldera de Alur en Paysandú ofrece una producción de carbón biogénico del 12%, mientras que la emisión de la planta fermentadora de granos llega al 98%. 

En ese departamento la empresa tiene una planta que tiene una capacidad de 70 millones de litros de bioetanol, que demandan 200 mil toneladas de granos de unas 50 mil hectáreas. 

También puede producir 70 mil toneladas de alimento animal. 

 Eventualmente la participación de Alur o el Grupo Ancap como socio minoritario de la iniciativa del privado se decidirá una vez que esté el negocio final con el valor de los activos aportados, la logística, y la estructura financiera del proyecto.


El ente petrolero ofrece su infraestructura para el almacenamiento y exportación vía fluvial de la producción. 

La participación como socio podría ser de hasta un 30%. 

 Además, el ente hará uso de la opción de abrir conversaciones con los postulantes que quedaron reservados y no fueron adjudicados, para analizar en conjunto la posibilidad de aprovechar otras fuentes de CO2 biogénico e infraestructuras disponibles para otros desarrollos distintos a la convocatoria culminada.





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