Aquella definición política que estableció en 2019 el expresidente colorado Julio María Sanguinetti acerca de que el sistema político uruguayo podía dividirse entre quienes creen que en Venezuela hay una dictadura y los que calificaban al régimen de Nicolás Maduro como democracia, parece haber cristalizado con el tiempo en una premisa inamovible de este oficialismo, y en particular en filas del Partido Nacional.
Porque otra vez, como ha ocurrido a lo largo de este período de gobierno pero en estos días de campaña electoral con insistencia, los blancos trajeron esta semana nuevamente esta discusión a colación (ver recuadro), con un motivo concreto: el gobierno de Caracas se enfrentará a una prueba de fuego este domingo, con elecciones que sigue el mundo entero, y que arrastra desde ya problemas importantes sobre su legitimidad, como por ejemplo la existencia de presos políticos.
A esta altura de la semana, en que a toda hora surgen novedades de todo tipo en el país caribeño —que está a las puertas de unas elecciones en que por primera vez la oposición llega como favorita— el gobierno de Luis Lacalle Pou sigue con extrema atención todo lo va ocurriendo en ese país.
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