miércoles, 8 de noviembre de 2023

Preocupa tasa de suicidios entre policías; cifras crecen de forma constante y triplican la media

El suicidio en funcionarios policiales aumenta de forma anual -con la excepción de 2020 en el que tuvo una inusual caída y fueron cuatro los casos registrados. 



Esto preocupa a los sindicatos policiales. Desde estas agrupaciones, han catalogado el escenario como “una pandemia silenciosa que avanza con los años”. 

Según datos aportados por el Sindicato de Funcionarios Policiales de Montevideo (Sifpom), se llevan contabilizados 14 suicidios de policías en lo que va de 2023 -ya es uno más que en todo 2019, el año previo a la pandemia por el covid-19. En 2021 fueron 16 y en 2022 se notificaron 21. 

Para fines de 2022, esta tasa triplicaba a la del resto de la población -y aún mantiene una proporción similar. 

Los números marcaban 63 suicidios policiales cada 100.000 personas, contra 21 cada 100.000 en la población general. Estadísticamente, los funcionarios más afectados han sido varones de entre 30 y 40 años. 

Si bien existe esperanza de que las cifras puedan mejorar, desde Sifpom ven la situación como “difícil de revertir, al menos con las herramientas con las que hoy los policías cuentan y en el contexto social actual”. 

Según se pudo saber, hace algunos meses hay disponible un psicólogo para funcionarios policiales en puerta de emergencia del Hospital Policial, aunque no está durante todo el día. 

“Desde el Ministerio del Interior nos dijeron que estaban programando atención las 24 horas pero no está funcionando aún”, dijo la presidenta de Sifpom, Patricia Noy. El director del Departamento de Salud Mental de Sanidad Policial, Enrique Smerdiner, dijo durante la segunda jornada de salud mental del Hospital Policial que entiende necesario “acercarse al tema de forma profunda y desde varias áreas”. 

Además, señaló que “hay muchísimas opciones” para que los funcionarios puedan atenderse de forma gratuita. 

Por otra parte, la presidenta de Sifpom manifestó que tomar la decisión de asistir a una consulta no es fácil para el funcionario policial, debido a que esto puede significar que le quiten su arma de reglamento, provocando perjuicios a nivel psicológico y económico. 

Considera que pueden darse avances en el tema si se pone el foco en la prevención. “No se debe esperar a ver al funcionario desbordado, sino que es necesario atender las señales, prevenir”, dijo Noy.


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