jueves, 5 de diciembre de 2024

Uruguay en los próximos cinco años: una visión personal sobre los desafíos que enfrentamos. Por Cesar Sposito

Uruguay está en un momento crítico. Lo que ocurra en los próximos cinco años definirá si avanzamos hacia un modelo más competitivo y eficiente o si nos hundimos en un estancamiento que venimos arrastrando desde hace tiempo. 

Desde mi punto de vista, el panorama está lleno de retos que, si no se manejan con claridad y decisión, pueden hacernos perder oportunidades valiosas. 

Les comparto mis reflexiones sobre lo que considero que son los puntos clave. 

1. La región nos condiciona: 

Hay que tener en cuenta a Brasil y Argentina. Uruguay no es una isla, y lo que sucede en nuestros vecinos tiene un impacto directo sobre nosotros... -Brasil: La devaluación del real es un golpe para nuestras exportaciones, especialmente en el agro. -Argentina: Lo de Milei es un experimento interesante. Si logra ordenar su economía, como parece que lo está haciendo, Uruguay puede beneficiarse enormemente. Pero si fracasa, volveremos a tener un vecino en crisis permanente. 

2. No podemos depender solo de nuestros vecinos: 

Es evidente que Uruguay necesita diversificar su estrategia internacional. -China como socio estratégico: Necesitamos cerrar un acuerdo comercial con China. Este mercado es clave para nuestras exportaciones agroindustriales, y cada retraso nos deja más rezagados frente a otros competidores. -Modernización del Mercosur: Personalmente, considero que el Mercosur está desfasado. Uruguay debe presionar para modernizarlo o buscar alternativas que nos permitan avanzar sin quedar atrapados en los conflictos internos de la región. -Cuba y Venezuela: Aquí tengo serias dudas. Si bien una postura pragmática puede ser útil, no podemos comprometernos con regímenes que no respetan los derechos humanos. Uruguay debe mantener su posición firme en defensa de los valores democráticos. 

3. Reformas profundas para una economía estancada: 

Sin cambios estructurales, el país seguirá atrapado en un crecimiento mediocre. -Inversión y empleo: Hay que simplificar trámites y reducir impuestos. Esto no es solo sentido común; es una urgencia para que las empresas puedan generar trabajo y desarrollo. -Déficit fiscal: El gasto público descontrolado es un problema crónico. Es hora de recortar lo innecesario y enfocar los recursos en prioridades reales. -Reforma previsional: La edad de jubilación a 65 años debe mantenerse. Además, es necesario fomentar el ahorro privado para que el sistema sea sostenible a largo plazo. 

4. Seguridad y cohesión social. 

La inseguridad y la exclusión social están profundamente conectadas: -Seguridad: El crimen organizado crece y requiere una respuesta contundente. Necesitamos fuerzas de seguridad mejor capacitadas y equipadas. -Oportunidades para jóvenes: La exclusión social y la fuga de talento son una bomba de tiempo. Debemos invertir en educación y empleo juvenil para revertir esta tendencia. 

5. Aprender de nuestros vecinos: lo bueno y lo malo. -Chile: 

Fue un modelo de estabilidad y ahora enfrenta crisis profundas. Su error: agrandar el Estado y abandonar políticas liberales. Uruguay debe aprender de estos errores y reducir el costo estatal. -Argentina: Las reformas de Milei son un experimento que puede ser útil observar. Si funcionan, hay mucho que adaptar a nuestra realidad, pero siempre con precaución. 

6. El Estado uruguayo: un lastre demasiado grande. 

El tamaño y la ineficiencia del Estado son una barrera para el desarrollo: -Menos burocracia: Digitalizar trámites no solo ahorrará dinero, también mejorará la vida de ciudadanos y empresas. -Revisar programas sociales: Debemos garantizar que los subsidios lleguen a quienes realmente los necesitan y eliminar duplicidades. -Privatizaciones: Algunos servicios no estratégicos estarían mejor en manos del sector privado, liberando recursos para áreas críticas como salud y educación. 

7. La política uruguaya necesita una renovación. 

El sistema político está desconectado de la ciudadanía y eso genera descontento. -Reducir privilegios: No es aceptable que los políticos sigan acumulando viáticos y beneficios desproporcionados. -Más transparencia: Los ciudadanos tienen derecho a saber cómo se usan los recursos públicos. Hay decenas de ejemplos de todos los sectores y partidos en los últimos 20 años sobre lo mal que se manejan. -Menos cargos de confianza: Hay demasiados puestos políticos que no aportan valor real. 

¿Qué espero del gobierno de Orsi? 

Aunque Yamandú tiene el respaldo del FA, la influencia del Partido Comunista, el MPP y el PIT-CNT serán clave para definir sus políticas. Desde mi perspectiva, será difícil que logre implementar reformas profundas. Todo apunta a más gasto estatal, más préstamos internacionales y un país aún más caro y deficitario. No creo que sea un gobierno desastroso, pero tampoco espero un gran gobierno. Será un típico gobierno uruguayo, un gobierno gris, sin cambios profundos exitosos, donde los intereses de ciertos sectores seguirán intactos, y el verdadero potencial de Uruguay quedará una vez más en segundo plano.

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