jueves, 26 de octubre de 2023

Milei puede ganar la segunda vuelta en Argentina | Opinión POR ANDRES OPPENHEIMER

Aunque muchos se preguntan cómo es que el Ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, ganó la primera vuelta de las elecciones del 22 de octubre con una inflación del 148 por ciento anual y un caos financiero en el país, sugiero no apostar las joyas de la abuela a que Massa ganará la segunda ronda el 19 de noviembre. 

Si la historia reciente y las matemáticas sirven de guía, Massa tiene que perder en la segunda vuelta para ser el próximo presidente de Argentina. 

Es cierto que Massa fue la gran sorpresa de la primera vuelta, al obtener casi el 37 por ciento de los votos contra las previsiones de la mayoría de los encuestadores. 

Ahora competirá contra el excéntrico libertario de derecha Javier Milei, admirador del expresidente Donald Trump, que era el favorito, pero quedó segundo con el 30 por ciento de los votos. 

Massa ganó gracias a una combinación de subsidios sociales masivos en las semanas previas a las elecciones, el voto de miedo propagado por su campaña y los errores de Milei, como cuando este último llamó "imbécil" al Papa argentino Francisco. 

Antes de la primera vuelta de las elecciones, Massa otorgó subsidios en efectivo y exenciones fiscales para millones de personas, independientemente del hecho de que su populismo acelerará aún más la inflación y profundizará la bancarrota del país. 

Massa otorgó 12 nuevos subsidios sociales en los últimos 45 días previos a las elecciones, según informó el diario La Nación. 

Ya antes de las elecciones, Argentina tenía 18,7 millones de personas recibiendo dinero del Estado, entre jubilados, beneficiarios de planes sociales y empleados públicos. 

En comparación, el país tiene sólo 6,2 millones de personas trabajando en el sector privado. 

Al mismo tiempo, Massa -un orador que proyecta una imagen de calma en marcada oposición a la estridencia de Milei- afirmó que si Milei u otro candidato de centroderecha ganara, privatizarían los servicios públicos, recortarían los beneficios sociales y perjudicarían a los pobres. 

Días antes de la votación, la campaña de Massa cubrió Buenos Aires con carteles en las calles que decían: “Paaje de tren Massa: 56,23 pesos; Billete de tren Milei: 1.100 pesos. 

Aunque Milei nunca había prometido tal tarifa, los cárteles hicieron temer que privatizara el servicio ferroviario y que las tarifas se dispararan. 

Massa también se benefició de los grandes errores de Milei, como los ataques del candidato de derecha al Papa, su promesa de cerrar el Banco Central y su declaración calificando a la moneda argentina de "excremento". 

Pero el mayor error de Milei fue opinar sobre todos los temas, en lugar de centrarse en el punto más vulnerable de Massa: la economía. 

Massa no sólo es responsable de la política económica de Argentina, sino que fue nombrado "superministro" cuando asumió su actual cargo a mediados de 2022. 

Sin embargo, Milei todavía tiene buenas posibilidades de ganar en noviembre si centra su campaña en la economía y logra acuerdos con otros grupos de oposición. 

En su discurso de la noche electoral empezó a dar estos pasos, pero no está claro si podrá controlar su personalidad narcisista. 

Milei tiene a su favor el hecho de que el 57 por ciento de los argentinos votó por candidatos opositores en la primera vuelta. 

Aunque Massa se está volviendo hacia el centro y ha prometido formar un "gobierno de unidad nacional" para atraer a los votantes moderados, Milei sigue en mejor posición para ganar el voto de la oposición. 

Hay un precedente reciente que juega a favor de Milei. 

En 2015, el candidato kirchnerista Daniel Scioli ganó la primera vuelta con el 37 por ciento de los votos, el mismo porcentaje que ahora tiene Massa, mientras que el entonces candidato opositor Mauricio Macri quedó segundo con el 34 por ciento. 

Pero Macri ganó la segunda vuelta y fue elegido presidente. 

Milei puede ganar si centra su mensaje en el hecho de que Massa es el Ministro de Economía, bajo cuyo liderazgo la inflación se ha disparado a casi un récord mundial y la pobreza ha aumentado al 40 por ciento.

Si Milei juega bien sus cartas, hace una alianza con los demás partidos de oposición y se modera, tiene más posibilidades de ganar que Massa. 

El principal obstáculo, ahora, es él mismo.


 ANDRÉS OPPENHEIMER


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