"Es importante también que los jóvenes que han manifestado su pensamiento y lo han hecho de la forma que sabemos puedan regresar a sus casas", dijo Stella, quien fue nuncio apostólico en Cuba en la década de 1990.
El 11 de julio de 2021 miles de personas, muchas de ellas jóvenes, salieron a las calles en unas 50 localidades de la isla al grito de "Libertad" y "Tenemos hambre".
Las protestas dejaron un muerto, decenas de heridos y unos 1.300 detenidos, según la ONG Cubalex, con sede en Miami.
De acuerdo con cifras oficiales, al menos 490 manifestantes recibieron sentencias definitivas, algunas de hasta 25 años de prisión.
La organización de derechos humanos Justicia 11J contabilizó 43 detenidos que aún esperan una decisión del juez, tras apelar su sentencia, y otros 33 están bajo una petición de la fiscalía.
Stella, un conocedor del pueblo cubano y quien recorrió durante más de 10 días diversas comunidades de la isla, dijo que el 7 de enero se reunió con el papa Francisco y el tema de estos presos fue parte de su conversación.
"El tema está sobre la mesa"
La Iglesia "ha manifestado en varias ocasiones este propósito" de liberar a los presos políticos y "el tema esta ahí sobre la mesa pero la respuesta no depende del cardenal Stella", reiteró.
En diciembre, los obispos católicos de Cuba pidieron la amnistía de "un buen número" de presos para Navidad como "gesto de clemencia o misericordia".
La Iglesia católica ya abogó antes por la liberación de detenidos.
2010, el entonces presidente Raúl Castro negoció con la jerarquía católica la liberación de algo más de 130 presos políticos, entre los que estaban los 75 de la llamada "primavera negra".
La mayor parte salió de Cuba hacia España.
El pontífice fue el mediador en el deshielo de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos anunciado en la isla el 17 de diciembre de 2014 y que se concretó un año después.
En tanto, representantes de Washington han insistido recientemente que los presos políticos son el mayor obstáculo para mejorar las relaciones con Cuba.
"No se puede subordinar la libertad a ningún cálculo de intereses, coyunturas, esperando mejores tiempos", dijo el clérigo, al rechazar también toda intervención externa en el país.
"Cuba debe ser libre de toda injerencia en su gestión, así como debe ser también una Cuba donde sus hijos sean hombres y mujeres libres", indicó.
Después del evento, Díaz-Canel recibió a Stella, en un encuentro que el mandatario calificó en un mensaje en su cuenta de Twitter como "grato intercambio".
"Renové el compromiso de Cuba de continuar trabajando por el fortalecimiento de las relaciones con el Vaticano", dijo al agradecer "los gestos de cercanía y afecto del papa Francisco hacia el pueblo cubano".
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