La tragedia de los Andes ya es "una historia del ser humano", dicen dos sobrevivientes

Dos de los pasajeros que iban en el avión uruguayo que se estrelló hace 50 años en la cordillera de los Andes, cuentan que la historia de su supervivencia de 72 días en medio de las cumbres más altas y con temperaturas de 40 grados bajo cero, ya si se cumple, no les pertenece individualmente porque "es una historia del ser humano".

“Lo viví pero no soy el protagonista porque ya no es nuestro, es una historia del ser humano”, dijo a Télam Gustavo Zerbino, quien a los 19 años tomó el fatídico vuelo de la Fuerza Aérea Uruguaya fletado por la equipo amateur de rugby al que pertenecía para jugar un amistoso en Santiago de Chile. 

Otro sobreviviente, Carlos Páez (hijo), explicó que ni los 16 rescatados con vida de los restos del fuselaje ni los familiares de las 29 personas que perecieron en el Glaciar de las Lágrimas querían inicialmente que el lugar de la tragedia "terminara siendo un lugar turístico, por eso se quemaron los restos del avión”. 

 “Es una historia de supervivencia, de tolerancia a la frustración, de adaptación al cambio que ya no me pertenece a mí ni a nosotros, sino que pertenece al mundo y entonces ya no puedes cuestionar que la gente vaya porque es como si cuestionaran las Torres Gemelas. ", aseguró Páez. 

El accidente del avión 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya el 13 de octubre de 1972 en el departamento mendocino de Malargüe, sobre un glaciar rodeado de montañas a 3.600 metros sobre el nivel del mar, es conocido como la Tragedia de los Andes o el Milagro de los Andes.